domingo, 16 de agosto de 2009

Abogado Ilustre. Ernesto Vargas W.

Para inaugurar esta sección, me referiré a uno de los nuevos grandes maestros del derecho, Ernesto Vargas. Don Ernesto nació en la grande ciudad de Santiago, en el muy recordado diciembre de 1982 (esto es, a mil novecientos ochenta y dos años del nacimiento del profeta de Galilea), en el seno de una familia tradicional chileno-germánica.

Cursó sus primeras letras en el Colegio Alemán de Santiago, estudios que han marcado su vida con sólidos valores morales, los que, como premisas universales indelebles, han fortalecido su carácter viril y liberal. En 2001, se matriculó en el Curso de Leyes de la Universidad de Chile, destacándose por un espléndido rendimiento, que lo llevó a merecer distinción máxima en su grado académico. Su tesis de grado versó sobre la “Interferencia en contrato ajeno”, pieza maciza de doctrina que constituye hasta nuestros días un referente obligado para todo estudio científico serio relacionado con el tema.

A medida que recorremos la biografía de don Ernesto, vemos en él a un hombre abnegado y valeroso, amigo de la verdad y defensor de la justicia. Siempre ha patrocinado causas justas y sólidamente fundadas, destacándose en el foro por su lógica irrefutable, así como por la irrefragable verdad de sus argumentos.

En el campo de la academia, siempre se ha destacado por compartir sus enormes conocimientos jurídicos con la más selecta juventud santiaguina, tanto en la cátedra como en el pasillo. Eximio orador, sus palabras conmueven hasta llevar al llanto a su concurrencia. Evaluador medido y razonable, nunca se ha recibido queja que ponga en cuestión su criterio académico. Nunca reprueba a un alumno, a menos que, tras una larga y exhaustiva interrogación, este evidencie ignorar por completo la materia. En esos casos –muy escasos, por lo demás- don Ernesto deposita con tristeza una bolita blanca, faltando las dos negras de reprobación.

En el ámbito público, don Ernesto se ha destacado por su intervención en los más intrincados problemas teórico-constitucionales, dando gala de una sapiencia y unos conocimientos difícilmente igualables.

En lo político, es un liberal de tomo y lomo, como pocos quedan en el firmamento de las ideas. Su pertenencia a Libertades Públicas A.G evidencian su profundo compromiso con los principios democráticos y republicanos que gobiernan toda acción política civilizada.

Santo varón, hombre de letras, republicano, patriota. Ernesto Vargas es uno de los más brillantes jurisconsultos de nuestro tiempo, infatigable, modesto y virtuoso. Su saber profundo del derecho civil lo pone en un lugar equiparable solamente a los grandes maestros de antaño, como don Arturo Alessandri Rodríguez, don Fernando Fueyo o don Luis Claro Solar.

2 comentarios:

  1. Déjeme decirle que hace tiempito no se leía algo como casi "al maestro con cariño", es que a los juriconsultos se les ve como esa extraña mezcla de gris y tics, se me hacían seres empaquetados y tiesos,una nueva mirada desde adentro puede ayudar a develar que los jurídicos tienen corazón y memoria...aunque sea en bolitas de colores.

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  2. Buena sección, creo que debieses eso si, cambiarle de nombre a "promesas del mundo de las leyes". Propongo hacer una con Castro, y -desde luego- con el suscrito.

    Carls

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