jueves, 30 de abril de 2009

Frase del día

"I like pigs. Dogs look up to us. Cats look down on us. Pigs treat us as equals."

(Sir Winston Churchill)

Desagravio a la Bestia Porcina

Muchas injurias han sido proferidas en contra del puerco. “Marrano” es el término que usaban los españoles medievales para referirse a cierto pueblo elegido, injustamente despreciado. Cada vez que hacemos algo asqueroso, bajo, o derechamente perverso, se nos tilda de “cerdos”, “puercos”, o –desde hace siglo y medio- de “cerdos capitalistas”. Los actos de avaricia, impudicia, lujuria (y otros igualmente deshonestos) caen bajo la categoría de “chanchadas” y “cochinadas”. Actualmente, incluso se está culpando a los cerdos de la aparición de un germen asesino salido de Nueva España. Jules, personaje de “Pulp Fiction”, se niega a probar tocino por considerar que el chancho es un animal inmundo. El Levítico prohíbe su consumo, y el propio Jesucristo emplea dichos animales para encerrar demonios. Orwell los utiliza como metáfora para ilustrar el desequilibrio de poder en la sociedad estalinista, mientras que en “En la granja”, Orson, el irritante protagonista, es también un cerdo. Por todas partes, la nobleza del puerco es desconocida y su nombre denostado hasta la saciedad.
En honor a la verdad, mucho es lo que debemos al involuntario y cotidiano sacrificio de miles de puercos para el bienestar del género humano.
El puerco es un monumento natural magnífico, difícilmente superable por otras fuentes de nutrientes animales (salvo, tal vez, la bestia bovina). De él sacamos la salchicha, la longaniza, la butifarra, el jamón, el pernil, el queso de cabeza y otras delicias que Usted puede encontrar fácilmente en su fiambrería local. Sin puerco no hay ni costillas, ni panceta, ni tocino. Créanme, bienamados lectores: sin la bestia porcina, son muchos los goces del mundo a los que tendríamos que renunciar. De la misma manera que Homero Simpson en su memorable parrillada, reivindiquemos a uno de los animales más aprovechables y gustosos de nuestras granjas y celebremos su gloria engullendo un delicioso emparedado de pernil con chukrut, mayonesa y pepinillos. No vives de ensalada.