(Sir Winston Churchill)
jueves, 30 de abril de 2009
Desagravio a la Bestia Porcina

En honor a la verdad, mucho es lo que debemos al involuntario y cotidiano sacrificio de miles de puercos para el bienestar del género humano.
El puerco es un monumento natural magnífico, difícilmente superable por otras fuentes de nutrientes animales (salvo, tal vez, la bestia bovina). De él sacamos la salchicha, la longaniza, la butifarra, el jamón, el pernil, el queso de cabeza y otras delicias que Usted puede encontrar fácilmente en su fiambrería local. Sin puerco no hay ni costillas, ni panceta, ni tocino. Créanme, bienamados lectores: sin la bestia porcina, son muchos los goces del mundo a los que tendríamos que renunciar. De la misma manera que Homero Simpson en su memorable parrillada, reivindiquemos a uno de los animales más aprovechables y gustosos de nuestras granjas y celebremos su gloria engullendo un delicioso emparedado de pernil con chukrut, mayonesa y pepinillos. No vives de ensalada.
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